Jordi D’harby se encontraba sentado en una silla con una pata rota, su amada moribunda (Faustaquia) estaba tirada en la cama medio rota de la casucha en la que vivían. Durante un largo rato hubo un silencio bastante incomodo hasta que Jordi explotó:
-Estoy hasta las pelotas, deberías cambiar de una puñetera vez. Cada día, me levanto y te veo aquí tirada en el suelo medio moribunda y sin un duro. A mi me han criado muy bien y no me merezco ser maltratado y vejado de esta forma, esto se va a terminar ahora mismo, te dejo.
-GGGGGGGGGGGSSSSS -contestaba Faustaquia moribunda en forma de protesta melancólica por los buenos ratos que había pasado con el.
El joven se harto y se fue de la casa indignado, a lo que Faustaquia respondió indignada:
-GGGMMMMMMGGGGGG -acto seguido se murió ahogándose con su propia baba
A los días encontraron al magnífico Jordi D’harby muerto de asco en un tugurio de mala muerte de estos donde Jack el Destripador hacía malabares con tomates y yogurt caducado.
La moraleja es que las parejas duran más si dan menos asco.
El Charlatán Harapiento 